Las librerías —físicas y digitales— están llenas de libros que nadie quiere leer. No porque no sean buenos. Muchos están bien escritos, tienen datos sólidos y consejos útiles. Pero hay un problema crucial: su enfoque es tan amplio que no consiguen captar a nadie.

Eso me motivó a escribir No More Excuses: Write Your Book. Después de trabajar con cientos de autores que tienen experiencia valiosa pero no saben cómo plasmarla en un libro que venda, descubrí que el problema central es siempre el mismo: el enfoque es difuso. No sabes qué estás vendiendo, entonces nadie sabe por qué comprarlo. Por eso, una de las técnicas más poderosas que enseño es el arte de afinar tu enfoque de forma precisa.

Y no es cuestión de teoría. He guiado a autores que pasaron de tener ideas generales a lanzar libros que se convierten en favoritos instantáneos. Porque cuando tu libro soluciona un problema claro para una persona específica, las puertas se abren.

El error más común al elegir un tema

Cuando pregunto a un autor: “¿De qué trata tu libro?”, la respuesta suele ser algo como “sobre salud”, “sobre liderazgo” o “sobre crianza”. ¿El problema? Nadie compra “salud” o “liderazgo”. Las personas compran soluciones a problemas concretos. Quieren títulos que les hablen directo al pecho.

La clave está en esto: si tu libro es para todos, no es para nadie.

Y no, no necesitas limitar tu conocimiento. Necesitas enfocarlo, empaquetarlo con precisión quirúrgica para que quien lo vea diga: “¡Esto fue escrito para mí!”

Cómo pasar de idea general a propuesta irresistible

Imagina que tu tema es “productividad”. Eso podría ser cualquier cosa, desde cómo usar una agenda hasta técnicas de respiración. Ahora imagina que lo transformas en: “Planificación semanal de 90 minutos para emprendedores con exceso de tareas”. ¿Notas la diferencia?

Ese enfoque tiene tres cosas:

1. Una audiencia específica
2. Un resultado claro
3. Una propuesta única

Sin esos tres, tu libro se diluye. Con ellos, se convierte en una oferta irresistible.

Paso a paso para enfocar tu libro sin perder tiempo

Aquí te guío por el mismo proceso que uso con mis clientes:

1. Empieza con tu tema general.
Escribe esa gran idea que te emociona. Por ejemplo: “finanzas personales”.

2. Ponte en la piel de tu lector ideal.
¿Qué desafíos le impiden dormir? Piensa en problemas reales y cotidianos. Deudas, falta de tiempo, estrés, falta de conocimiento, lo que sea.

3. Haz una lista de posibles respuestas.
Tal vez tienes un método de ahorro que funciona, o una técnica mental para cambiar hábitos financieros. Es tu momento de imaginar sin límites.

4. Alinea la idea con una audiencia específica.
“Presupuesto para freelancers que tienen ingresos variables”
“Nutrición para padres que trabajan 10 horas al día”
“Ventas para coaches que odian vender”

Cuanto más detalles añades (quién, para qué, cómo, en cuánto tiempo), más fuerte será el gancho.

5. Dale forma con un título y subtítulo.
Un título impactante + un subtítulo que lo explique. Ejemplo:

• “El Magnate en 90 Minutos: Planificación Semanal para Emprendedores sin Tiempo”
• “Combustible Familiar: Comidas Rápidas de 30 Días para Padres Trabajadores”

¿Ves cómo el lector ideal puede identificarse en segundos? Eso es lo que buscamos.

Casos reales: un enfoque claro que multiplicó el interés

Camila, una entrenadora de fitness en México, vino a mí con la idea de escribir sobre “salud”. ¿Qué significaba eso? Lo afinamos.

Primero, exploramos lo que enfrentaban sus clientes: falta de tiempo, motivación, edad, enfermedades…

Entonces nació su nuevo enfoque: entrenamientos de alta intensidad de 15 minutos para profesionales mayores de 40. Luego, al validar su idea con su audiencia, recibió una gran sugerencia: “¿Y si incluyes comidas rápidas también?”

El resultado final fue:
“En Forma en Quince Minutos: Entrenamientos de Alto Impacto y Comidas Saludables Rápidas para Profesionales Ocupados Mayores de 40”

Ese libro se convirtió en la base para cursos, consultas y un podcast. Todo cambió a partir de ese enfoque claro y útil.

Ajustes estratégicos para afinar tu mensaje

¿Qué pasa si tu idea todavía no encaja? Aquí hay algunos trucos que uso en mis sesiones privadas:

• Si tienes muchas ideas, combínalas con intención. Por ejemplo, productividad + salud mental = bienestar eficiente.
• Si tu audiencia es enorme, recórtala. “Madres” es demasiado amplio. “Madres primerizas que trabajan desde casa” tiene un foco claro.
• ¿Te pasaste y tu nicho es diminuto? Revisa si puedes ampliar ligeramente sin diluirte. De “finanzas para diseñadores gráficos” a “finanzas para creativos freelance”.
• ¿No te emociona tu enfoque? Tira de nuevo el hilo de los problemas que sí te encienden. El entusiasmo se nota, y se vende.

Qué hacer cuando tu idea aún se siente borrosa

A veces estás tan metido en tu visión que no ves las señales. Cuando eso pasa, sal de tu cabeza y entra en conversación.

Habla con quienes serían tus lectores. Pregunta:

• ¿Esto te interesa?
• ¿Te gustaría leer un libro que resolviera este problema?
• ¿Qué cambiarías para que fuera aún más útil?

Escucha, no defiendas. Esas respuestas son tesoros. A veces una frase casual como “ah, eso no lo entiendo muy bien” te ayuda a reformular tu subtítulo y multiplicar el interés.

Y recuerda esto: un enfoque claro no es una limitación; es una herramienta de conexión poderosa.

No Más Excusas, Escribe Tu Libro no se basa en teoría; se basa en la práctica. Esta estrategia de enfoque la he usado con coaches, terapeutas, empresarios, creativos, escritores primerizos, y expertos en temas técnicos. Todos han tenido más impacto cuando dejaron de escribir “para todos” y empezaron a escribir “para alguien”.

Si estás luchando por arrancar tu libro, probablemente no necesitas más motivación. Necesitas claridad. Empieza por reducir el radio de acción de tu idea hasta que se convierta en un problema útil para alguien específico.

Cuando logras eso, el libro casi se escribe solo.